jueves, 10 de noviembre de 2011

El Secreto de la Felicidad

Cuando existe voluntad, el final feliz es previsible.

Cuando uno se esmera, la rema y trabaja, disfruta aún más de esa satisfacción.

Cuando uno es optimista, de actitud positiva y tiene mucha buena onda, sin dudas, todo es más fácil.


¿Ególatra, o simplemente alguien que le sonrie a la vida?

¿Tan mal está?

¿Tan malo es ponerle el pecho a la pálida?


Es que el estar constantemente pendiente del "Qué dirán", nos condiciona.

Ese juicio supremo, de un ser tan susceptible como uno, parece dominar nuestra forma de pararnos ante el mundo.

Roper la Jaula y salir a volar. A descubrir que todo es mucho mejor, cuando tenemos en el rostro dibujada una sonrisa..